Imaginemos una red de bolas que se repelen hasta cierta distancia, a partir de la cual se atraen pero con un radio de acción muy limitado, y que además tienden a recuperar su posición inicial.
Estas bolas tapizarían la membrana, y aunque no habría que dibujarlas y no representarían la superficie de nada, servirían para mover los potenciales de acción con independencia de la forma de la membrana.
La expresión exacta de la fuerza ejercida por cada bola dependería de los valores de los parámetros de cada bola, que a su vez dependerían de las concentraciones de canales, receptores, neurotransmisores, ... en cada elemento diferencial de la membrana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.